Publicado en Apuntes de aprendiz

Avanzar un nivel a la vez para ganar


Hay lecciones que los juegos nos pueden enseñar, que si las aplicamos nos van a potenciar. 

Para empezar: en la vida debemos trazarnos NIVELES o nos vamos a desmotivar. No se salta del paso 1 al 20 así nada más. Si nos ponemos una meta muy ambiciosa corremos el riesgo de fallar y sentir que nos golpeamos contra una barrera imposible de atravesar. Entonces definir niveles y avances constantes es lo ideal. 

La experiencia a veces puede abrumar. Tanto por aprender, resolver y descifrar, a un ritmo de shinkansen a 300 km/h (sin parar).

Sin embargo, no debo perder de vista que para ganar hay que ARRIESGAR, y eso implica que capaz no todo salga acorde al plan. Pero es allí donde aprendemos a desarrollar creatividad, soluciones diferentes y conocimientos que la pérdida nos ayudará a vislumbrar. Paciencia. No se crece en un mes lo que lleva un año desarrollar.

Subir de nivel no se da gratis, no es fruto del azar. Detrás hay luchadores esforzados, que fueron forjados en los días de rechazo.

Pero un día vendrá donde subiremos de nivel y el músculo estará fuerte para avanzar. Cuando eso ocurra nos debemos RECOMPENSAR, porque no sólo vale la medalla en el pecho sino todas las victorias previas que nos permitieron llegar. 

Tendremos logros bien públicos que las personas aplaudirán, pero no nos olvidemos que la matriz de eso estuvo en esos días que respiramos hondo y dijimos: «Voy a intentar, una vez más».

Por último, juguemos A GANAR. No dejemos que las distracciones del camino nos hagan perder de vista la meta real. Vencer nuestros miedos. Pelear contra el mal. Y saber que cada nivel es una oportunidad para servir a los demás.

Vamos por niveles, vamos celebrando los avances y enfocados hasta el final.