Publicado en Apuntes de aprendiz

Agenda solidaria


Recientemente una amiga me dijo algo que me dejó pensando: «No quiero más perder el tiempo en mis cosas todos los días». El sentido de su frase no fue criticar que nos concentremos en cuestiones particulares. Más bien fue algo así como no pensar menos DE uno mismo, sino pensar menos EN uno mismo.

Ser más solidarios (‘adheridos a la causa de alguien más’).

Si alguien fisgoneara en mi agenda, ¿qué encontraría? (además de post-it amarillos, jaja) ¿Estaría llena de apuntes y de  actividades con fines meramente personales? ¿O capaz descubrirían que hay una considerable inversión de tiempo donde me ‘adhiero a la causa de alguien más’?

Sé que suena muy idealista, pero nuestra agenda del día, y por qué no de la semana también, debería ir más allá de los intereses que derivan en fines propios. Tiene que apuntar a algo más noble, más altruista, más solidario. Ni bien el deseo de ser el centro de la atención y de las actividades generales nos tiente, nuestra conciencia debería detonar una alerta roja anti-egocentrismo.

Según el Diccionario de la RAE, «altruismo» es entendido como «la diligencia en procurar el bien ajeno aun a costa del propio». ¿Cuán a menudo pensamos en el bien ajeno? Sé que si dependiera de la influencia de la cultura y de los mass media, estaríamos perdidos, porque nos llevan a centrarnos sólo en el «yo», nos vuelven narcisistas [enamorados de nosotros mismos] y muy consumidores.

Alarmada por esta situación, hace un tiempo empecé a buscar información sobre los mayores problemas globales que nos aquejan. El año pasado encontré un completo reportaje al respecto en una revista. La misma resumía los akâ rasy del mundo en 5: el vacío espiritual, la corrupción del liderazgo, la pobreza, la enfermedad y el analfabetismo. No necesitamos viajar a algún país tercermundista para constatarlo, sólo salgamos afuera. Sólo miremos a los niños que golpean con sus manitos la ventana de nuestros autos, sólo sentémonos en los pasillos de un atestado hospital público, sólo fijémonos en los libros empolvados, miremos las noticias (sin necesidad de que estas sean sensacionalistas), y preguntemos por qué las personas dejaron de creer. Y la realidad hará un ¡crac! en nuestro corazón.

¿Qué podemos hacer al respecto? Creo que empezar por una agenda solidaria. Ya que más allá de observar y aplaudir iniciativas ajenas, cada uno de nosotros debe procurar aportar algo desde su lugar. Sin publicidad, sin escenarios, sin necesidad de quitarse una foto.

Sólo pensemos menos en nosotros mismos y diligentemente busquemos el bien de los demás.

«Más bienaventurado es dar que recibir.» Hechos 20:35

Un comentario sobre “Agenda solidaria

  1. naruuu!! lei este post el lunes por ahi y me dije q era re cierto, en mi agenda hay un gran NADA de tan tekorei q estoy todos los dias, solo me voy a la facu y ya.. y pense que en serio tenia q empezar a hacer algo por una persona al menos, pero no se me ocurria nada..
    a la noche cuando mi papa me busco de la facultad me dijo q necesitaba q le ayude con mi abuelo q ya esta muy viejito y no puede ir y venir del hospital solo.. y yo me dije «OH.OH! IPS no por favoor!!», pero me vino tb este post a la cabeza.. y era super obvio q Dios me estaba mandando esa oportunidad.
    En fin lo que si que toda esta semana me pase en IPS, aprendi a manejarme por ahi y Dios me dio una paciencia y amor para con mi abuelo que dudaba que yo fuera capaz..

    PD: lo q queria resaltar era q me ree ayuda tu blog, jaja cuando t vea te voy apedir un autografo, asi cuando escribas tu libro yo voy a decir q fui la primera.. q Dios t reee bendiga..

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