Dicen que no importa tanto cómo se empieza, sino cómo se termina. Hay una reflexión que quiero compartir con ustedes. Se trata del crecimiento progresivo, frente al express. Eso de «quemar etapas» es una ley de la vida que se quiere ignorar, pero pasa la factura tarde o temprano. Es que todo se quiere muy rápido… y fácil.
Esta mañana temprano, recorriendo el jardín de mi casa, mi mamá me llamó para mostrarme orgullosa su planta de acerola y los pequeños frutos rojos que brotaron.
– ¿Y hace cuánto tiempo que está esta planta aquí? No me di cuenta- le dije.
– Desde hace 9 meses. Estuvo creciendo y ya empiezan a aparecer sus frutos- me respondió con una clara expresión de felicidad en su rostro.
Aparentemente no hay resultados visibles mientras uno se prepara; hay como una lentitud que desespera, ¡hasta en las mismas plantas! Pero esos son los momentos de siembra -los difíciles- pero necesarios. Lean atentamente lo que dice Salmos 126:5-6:
Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.
Admitamos, no toda preparación es placentera. Nos tienta comer el postre antes que los vegetales. De niña yo sufría cuando mi abuela colocaba frente a mí la suculenta sopa de verduras [ponía cara de Mafalda]. Pero al presente no sólo veo los resultados de esa alimentación, sino que me encantan las verduras [ok, admito, menos la remolacha]. Hoy, la abuela ya no me puede exhortar a alimentarme bien. Es una mayordomía personal, soy responsable de mi propio bienestar. Es que el estar prestos, preparados, listos, capacitados depende de nuestra autodisciplina, depende de si queremos tirar la semilla y cuidar de que crezca.
Comparto una anécdota más. El otro día el preparador físico de nuestro equipo de básquetbol nos dijo en referencia a un rival en el torneo: «Ellos no van a lograr estado físico en una semana. Nuestro equipo le lleva ventaja de meses». Me vinieron a la mente todos los sacrificios, entrenamientos diarios en el club, descuereos casi-casi madrugadores en el Parque Ñu Guazú, trotes en el Parque de la Salud, los intermitentes, las postas, los ejercicios de velocidad, [que a veces nos dejaban jadeando], las dos pre-temporadas a lo largo del año… en fin, hasta me canso al recordarlo.
Él tenía razón. No se puede forzar el crecimiento de algo en un tiempo corto. Vuelvo a la tesis del inicio: hay que quemar etapas. Y nosotras definitivamente «sembramos con lágrimas» y esta noche misma sabremos si recogeremos con regocijo, porque disputaremos la final del torneo.
Pero ¿quién no quiere tomar una pastilla mágica y ver fortalecidos sus músculos al instante? ¿O tener el pulmón suficiente para aguantar 40 minutos intensos? ¿O desarrollar la potencia para correr ida y vuelta, ida y vuelta? ¿Quién no quiere entrenar tan sólo 1 SEMANA y lograr resultados fabulosos?
Lo mismo ocurre con otras áreas de la vida. Algunos quieren que el cerebro digiera el contenido de un libraco un día antes del examen; que la dieta de 5 días haga bajar 5 kilos, que la lucha contra una adicción desaparezca con sólo una oración de arrepentimiento; que el regar la planta una vez a la semana funcione para tener un jardín verde.
Si hay que terminar un trabajo para el viernes y se holgazanea de lunes a jueves… no esperemos buenos resultados. Sin embargo, si la diligencia está presente y se «queman etapas» durante la semana, vendrá un: L̸u̸n̸e̸s̸ M̸a̸r̸t̸e̸s̸ M̸i̸ér̸c̸o̸l̸e̸s̸ J̸u̸e̸v̸e̸s̸ ¡Viernes de victoria!
Este avance progresivo del que hablamos no puede ser visto por el público, pero los resultados sí trascienden y están expuestos. Ya lo dijo brillantemente Joe Frasier:
Si hace trampas cuando está oscura la mañana, se le descubrirá bajo el brillo de la luz.
Eselente dice pocoyó =)
me encanto naru chan!
estoy en ese proceso de quemar etapas..
un abrazo!
Me encantó Naru! muy pertinente para este tiempo del año! Seguí escribiendo. Sabes que siempre te leo..
(a mí me encanta la remolacha..hasta puedo comer como si fuera manzana)
te mando un abrazoo!!
Me encantó la manera de explicar. Hoy dios me habló a trabes de ti. Gracias por dejar que el señor te use de esa manera . Bendiciones y seguiré leyendo…
¡Muchas gracias! Bienvenida al blog 😊