«Wherever I go, whatever I do, I wonder where I am in my relationship to you», canta John Mayer en una de sus músicas. Eso me derivó al siguiente planteamiento: ¿será que sin importar donde me encuentre, sin importar lo que esté haciendo: sigo siendo la misma persona, ceñida a mis principios?
Dependiendo de la hora y del día, todos nos movemos en numerosos grupos, en donde cumplimos funciones diferentes. En algunas manadas nos quieren más, en otras menos; en algunas nos respetan más, en otras ni fu ni fa; en algunas cobramos protagonismo, en otras pasamos desapercibidos; en algunas nos divertimos, en otras nos re-aburrimos; en algunas formamos parte voluntariamente, en otras vamos por obligación; en algunas lideramos, en otras somos seguidores; en algunas estamos más relajados, en otras hay responsabilidad y presión; en algunas nos elogian, en otras nos critican…
El punto: nos movemos constantemente de un grupo a otro. De una manada a otra. Y a pesar de cómo nos traten y de la función que cumplamos: ¿somos en el fondo iguales?, ¿somos íntegros? [de una sola pieza, sin dobleces]
¿O…
quizá para «caer bien» a todas las manadas justamente ocultamos -por unas horitas nomás- nuestros ideales bajo la alfombra e incorporamos esa personalidad succionadora-de-calcetines [eufemismo de chupamedias, jaja]?
El quid de la cuestión no es qué hacemos, sino quiénes somos.
¿Somos maleables acorde a las influencias? ¿Cambiamos ni bien viajamos? ¿Somos de fierro? ¿Somos camaleónicos? ¿Somo estables? ¿Cedemos ante la presión negativa de ciertos grupos? En suma, ¿somos iguales «Wherever I go, whatever I do»?
El sentido común y la Sociología nos dicen que obviamente nos adaptamos acorde a los grupos en los que nos movemos. Pero en el fondo-fondo estas transiciones no deberían cambiarnos a tal punto de tener mil y una identidades y varios «dialectos».
Cuando nos miramos el rostro en el espejo necesitamos encontrar una marca distintiva, un sello, una integridad, una constancia en el actuar. O si no, seremos veletas; apuntaremos a cualquier punto cardinal como esos gallos-giratorios e inconstantes asentados en la punta de las casas, que se mueven adonde el viento les ordena.
Naruu, siempre le atinas a todo!.. muy bueno en serio, una vez mas, queda demostrado que, como dicen las músicas de rap o hip hop, hablas con las manos!.. jajaja sos excelente!.. y me encantó lo de succionadora de calcetines!.. jajaja
Y en cuanto al tema, es difícil, siempre estamos relacionándonos con personas que no tienen nuestros mismos valores y estilo de vida por asi decirlo, pero por más que les parezca anticuado, muchos admiran eso por como está la sociedad y todo lo que engloba eso. Y por muchos motivos, tb me di cuenta de la importancia que es tener una sola identidad, por ahi como se suele decir, somos la única biblia que muchas personas leerán!..
WOW!! Naruuu!! sos una I D O L A A A A ! ! ! ! impresionante tu post!! es muy cierto TODO luego. cuesta horrores ser la misma persona en todos lados. porque muchas veces le cae mal a otros tu forma de ser. pero, sera mejor no estar con ese tipo de personas? las que no te aprecian por como sos? me encanta tu blog!! FAN NUMBER ONE!!!
en el OJO naru, en el OJO!
amiga, 5 Vivi’s 🙂
yo tenia una compañera en el colegio que era impresionante como le copiaba en TODO a la persona con quien se juntaba..como hablaba,lo q le gustaba, lo que decia.. a mi termino por incomodarme estar con ella porque se sentia muy falso todo.. esa clase de personas busca su lugar parece..